11 de diciembre de 2013

Los Ciudadanos del Mundo (Adriana T.)


Por Cintia Ana Morrow para Argentinos.es


Hay gente en este mundo que tiene las ideas claras…y después está Adriana Tilve, una argentina que siempre supo para dónde quería ir y no permitió que nada la detuviera. En el camino descubrió mucho más de lo que esperaba y construyó sueños nuevos.

Adriana llega a los lugares con resolución y con un cochecito desde donde su hijo pequeño ve pasar el mundo. No hay excusas que valgan para esta abogada, mamá y esposa cuando se trata de salir a recorrer la ciudad de Estambul. A su paso deja muy buenas ondas: optimismo, valentía, humor y sobre todo, ilusión por su futuro. Es una de esas personas que lo inspiran a uno a ponerse en movimiento…

Le robamos unos minutos mientras afuera nevaba y compartió con nosotros su historia, sus momentos de debilidad y sus anhelos. Nos contó cómo fueron encajando las piezas de su vida para convertirla en la persona que es hoy. Después de leerla, díganme si no les dan ganas de salir al mundo…

¿Dónde naciste, Adriana?
Soy de Buenos Aires, Argentina. Nací y me crié en Capital Federal.

¿Y cómo empezó todo para vos?
Desde muy chica tuve claro que quería estudiar abogacía y que, en la medida de lo posible, querría hacer un Master en Derecho Internacional en el exterior. Así fue como durante los últimos años de facultad empecé a aplicar a cuanta beca se me cruzaba por el camino, hasta que en Septiembre 2001 me comunicaron la aceptación de mi solicitud en la Universidad de Bologna, Italia. El 21 de octubre estaba arriba del avión y ese fue el comienzo.

Después de tu experiencia italiana, ¿a dónde fuiste?
Cuando termine el Master en Bologna debía hacer una pasantía. Yo había aplicado en la International Bar Association (que no es la Asociación Internacional de "Bares" sino de "Abogados") con sede en Londres, Reino Unido, y me tomaron. ¡Así que Londres fue mi casa por 1 año, hasta el 2003!

¿Qué dejaste atrás, además de la familia?
A mis amigas del alma y mi trabajo (hacia 2 años que ejercía en un Estudio Jurídico de Buenos Aires). ¡Los proyectos se estaban realizando así que subieron conmigo al avión!

Me imagino que habrás tenido muchas sorpresas tu expatriación…
Mmm... Muchas, seguramente, pero no soy buena para recordarlas... Tal vez, podría decir que -además de realizar un sueño desde el punto de vista profesional- no esperaba encontrarme en Italia al príncipe azul que siempre busqué. Tampoco formar una familia más que ideal con él ni seguir viviendo aventuras por el mundo a su lado. Hoy nos encontramos viviendo en Estambul debido a su trabajo...

¿En qué lugar te sentiste más cómoda?
Antes de vivir en Estambul, habría contestado Londres pero Estambul, el Bósforo, lo exótico de vivir con un pie en 2 continentes distintos ¡lo superan!
Excepto cuestiones burocráticas de visas y algún que otro problemilla económico al inicio (cuando se me estaban acabando los fondos traídos desde Argentina y aun no había conseguido un trabajo en Italia para pagarme los gastos de la vivienda), no hay nada que me haya costado particularmente tanto.

Se te ve muy feliz en estos países exóticos, ¿qué es lo que más te gusta?
De estar afuera me gusta todo: el sentirme turista en una ciudad en la que vivo, el desafío de volver a empezar en otro lado, incorporar nuevos idiomas, costumbres, vivencias En fin, ¡creo que es un privilegio para todos los curiosos!

La aventura de vivir en el extranjero suele cambiar un poco a las personas. ¿En qué sentís que te cambió a vos, Adriana?
¡Seguramente muchísimo en la alimentación! En Buenos Aires, donde ya vivía sola hacia un par de años, vivía a base de yogurt con cereales y latitas de verduras... Ahora no digo que como de todo, pero en Italia descubrí millones de alimentos que en Argentina ni se me hubiera ocurrido probar: zapallitos, calabazas, brócolis, apios... ¿Cómo resistirse a unas "fiori di zucca in pastella", a un "risotto", a unos “ravioles di zucca con amarettis” o a unas "orecchiette con cime di rapa"? Se me hace agua la boca y si me leyera mi mamá ¡no podria creerlo!

No tengo idea qué son esas cosas que acabás de nombrar, pero suenan deliciosas… Pasando a aspectos más nostálgicos: ¿Cómo llevás el hecho de estar lejos?
¡Pues no hay lugar para quejas cuando tanto hice y perseguí el sueño de vivir afuera! Seguramente sin la tecnología todo seria mas difícil... Recuerdo que al principio, no teniendo computadora personal, pasaba horas en la biblioteca pública de Bologna para comunicarme vía e-mail con Argentina. En cuanto a la melancolía, por suerte no la sufro... Sí, he tenido momentos duros (particularmente dos) en los que pensé en volverme (puntualmente: cuando me tuvieron que hacer una pequeña intervención en un ojo en Bologna y cuando, a la vuelta de Londres, después de tanta inversión en los estudios, me encontraba trabajando como secretaria, en un banco de Milán) pero al final "Dios aprieta pero no ahorca" y en ambos casos apareció esa mano que me hizo cambiar de idea...
 
Mudarse a otro país es una idea, para muchos, impensada. ¿Se lo recomendarías a nuestros lectores?
¡Siempre! Pienso que no hay experiencia mas formativa a nivel humano que vivir en el exterior haciendo lo que sea: estudiando, trabajando, haciendo voluntariado... A corto o plazo o para siempre, eso se decide sobre la marcha, si es que el destino no se impone. Pero sin dudas ¡recomiendo hacer la prueba! Claro está que es una aventura para el que tenga pasta de aventurero... “¡¿para que mandar al casero de turno al matadero?!” Personalmente, espero poder trasmitirles algo de la hormiguita viajera que hay en mi a mis dos pequeños para que el día de mañana se puedan mover libremente por el mundo.

¿Se te ocurre algún consejo para aquellos que están considerando la posibilidad de salir al extranjero?
Bueno, yo siempre digo que irse al extranjero, por lindo que suene, no es soplar y hacer botellas pero cuando uno lo hace convencido, todos los esfuerzos son recompensados ¡y con creces! Y para las familias, a mí a veces me preguntan si mis padres no me extrañan...la respuesta es obvia (yo también extrañaría a mis hijos si el día de mañana vivieran en otro país). Pero ellos fueron artífices y testigos de todo lo que hice para lograr mi objetivo así que, viendo los logros, no les restaba mas que compartir mi felicidad... 


En pocas palabras:

Viajás con el pasaporte… ahora con el italiano para unificar ya que marido y niños también viajan con ese.
¿Amás u odiás los aeropuertos? Los amo, adoro conocer nuevos y pasear por adentro (¡y por los Duty Free!)
¿Pasta o pollo? jaja ¡Pollo!
La comida argentina que más extrañás… ¡alfajores y palitos de la selva!
Un lugar de vacaciones… cualquiera, ¡basta que no sea repetido!
¿Qué elemento viaja con vos siempre? Mmm...solo las cosas personales y algún libro (no soy una chica tecnológica así que -además del celular- no me llevo nada más)
¿Y qué te olvidás? Nada que no pueda comprar... ¡en el Duty Free del aeropuerto!
Cuando tenés tiempo lo dedicás a… ¡leer!
¿Qué pedís que te lleven los que van a visitarte? ¡Alfajores y palitos de la selva!
Un sueño cumplido… (¡ver arriba!)
Y uno por cumplir… Mmm... ¡Seguir descubriendo metas en familia!


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