27 de noviembre de 2014

Los Ciudadanos del Mundo (Male P.)



Magdalena Piñero, o simplemente “Male” , comenzó con las mudanzas cuando era chica. Quizás esa primera experiencia fue lo que la impulsó a embarcarse, muchos años después, en una aventura que parecía soñada. Su entusiasmo y su curiosidad por todo aquello que la rodea (sin importar si se encuentra en Nueva York, Vietnam o en medio de una tribu indígena) se trasluce cuando se pone detrás de la cámara. A través de ella combina sus dos pasiones: los viajes y la fotografía y comparte con el mundo el maravilloso resultado en su página “Say Cheese to the World” (https://www.facebook.com/saycheesetotheworld). Los invito a compartir la historia de esta argentina que está viviendo su propia versión del “sueño americano”…
¿Cuándo empieza tu historia, Male?
–Nací en 9 de Julio, provincia de Buenos Aires. Viví mi infancia en una ciudad tranquila y segura, donde pude disfrutar mis tardes jugando en la vereda, andando en bici con amigas, disfrutando el verde y el campo. A los diez años, por razones laborales de mis padres, me mudé a Capital Federal y me adapté muy bien a ella. Tanto que hoy extraño mucho Buenos Aires y disfruto mucho cada vez que vuelvo.
¿Cómo empezó tu aventura en el extranjero?
–Todo empezó en el 2011. Mi marido (en ese momento mi novio) decidió hacer un máster en Finanzas en la Universidad de Columbia en Nueva York.  Él se fue en Agosto de 2011 porque arrancaba las clases y yo viaje dos meses después. Ambos estábamos fascinados con la idea de vivir dos años en la Gran Manzana. Tantas veces habíamos visto NYC en películas y series que no podíamos creer que íbamos a caminar sus calles, disfrutar de sus bares, restaurantes, visitar todos sus museos, ver las obras de Broadway y conocer gente de todo el mundo.  Los dos años volaron, pero ambos los exprimimos a full. Martin hizo su máster donde conoció gente de todos los rincones del mundo y aprendió muchísimo acerca del mundo de las finanzas. Yo estudié 9 meses Recursos Humanos en la New York University, también rodeada de extranjeros. New York es una ciudad de paso, cosmopolita como pocas, la diversidad en sus calles es impresionante. Personalmente quede enamorada de ella. Cada barrio es único, con su estilo personal, su esencia. Es imposible aburrirse en una ciudad como Nueva York. ¡¡Hay tanto para ver y para hacer que dos años fue poco tiempo!!
Con la experiencia neoyorkina llegando a su fin… ¿Qué les esperaba después?
–Dejamos NYC (ya casados, volvimos a Argentina para casarnos), entregamos nuestro departamento de Broadway y la 115 con una mezcla de sentimientos. Felices al sentir que se terminaba una etapa que fue fructífera desde todo punto de vista y tristes sabiendo que dejábamos amigos valiosos en el camino que íbamos a extrañar mucho.  Teníamos unos meses libres y, ya que ambos amamos viajar, decidimos irnos al Sudeste Asiático y pasar los dos meses girando por el mundo. Aprovechamos la escala y estuvimos 4 días en Dubai. De ahí nos fuimos al sudeste Asiático y recorrimos Tailandia, Camboya, Laos, Vietman, Singapur, Hong Kong e Indonesia.



Después de vivir en la Gran Manzana, ¡el sudeste asiático habrá sido una aventura completamente diferente! ¿Dónde se instalaron luego del viaje?
–En Julio 2013 nos mudamos a Dallas, donde actualmente vivimos. Como siempre digo comparar NYC con Dallas es como comparar agua y aceite. Acá la vida es mas tranquila. La gente hace mucho deporte, mucha vida familiar, disfruta mucho el verde . El clima es agradable e invita a las actividades al aire libre. En verano si o si necesitas una piscina para no morir con los 42 o 43 grados de temperatura.
Además de veranos un poco más frescos en la Argentina, ¿qué dejaste atrás?
–Creo que deje atrás un antiguo proyecto de vida. Uno a veces imagina su vida de una manera y después las circunstancias hacen que sea de otra. Jamás imaginé vivir dos años tan intensos en NY,  y mucho menos terminar viviendo en Dallas. También dejé atrás mi trabajo como abogada con la idea de hacer un cambio en esta área también, orientándome más a Recursos Humanos que fue lo que estudie en NY.
¿Te adaptaste en seguida a la vida en Nueva York?
–Me adapte muy fácil a NY. Soy una persona curiosa y muy abierta a la que le encanta conocer gente nueva y hacer todo tipo de programas, desde ir a un museo, una obra de teatro  una fiesta en una terraza ¡o simplemente caminar por la ciudad! Dallas me costó un poco más, pero por suerte pude adaptarme y hoy estoy contenta. De a poco estamos haciendo nuevos amigos, adaptándonos al ritmo de la ciudad, armando nuestra casa y nuestra rutina diaria. Estamos contentos ya que es una ciudad pro-familia ¡y estamos esperando un bebe!
¡Felicidades! Empiezan otra gran aventura: formar una familia. ¿Y cómo vivís el hecho de estar lejos de la familia que quedó allá?
–Muy bien. La familia se extraña pero por suerte nos visitan seguido y hoy en día con la tecnología uno siente que esta mas cerca. Hago Skype con mis padres, hermanos, amigas y sigo el día a día de cada uno como si estuviera en Buenos Aires. Siento que están cerca por más que nos separen 10000 km.
Trasmitís tanta alegría contando la experiencia de vivir en el extranjero que tengo que preguntarte: ¿qué pensás de vivir en otro país para siempre? 
–¡Para siempre es una palabra muy fuerte! A corto plazo lo recomendaría 100%. Ya sean tres meses, seis meses, un año... Vivir en el exterior es una gran experiencia desde todo punto de vista. Hay que animarse a dar el primer paso...
¿Se te ocurre algún consejo para aquellos que están considerando la posibilidad de salir y probar suerte en otro país, como hicieron ustedes?
–Que se animen, que no tenga miedo. Que seguramente la experiencia va a ser buena, conocerán gente, harán nuevos amigos, descubrirán nuevas culturas y maneras de vivir la vida... A sus familias les diría que el tiempo pasa volando. Que dejen que sus hijos, sobrinos, nietos salgan al mundo  a experimentar, a conocer nuevos lugares. Hoy con internet los van a sentir cerca, mas allá de la distancia que realmente los separe.
  
En pocas palabras:
Viajás con el pasaporte… siempre.

¿Amás u odiás los aeropuertos? Los amo porque son la puerta al mundo.

¿Pasta o pollo? Pasta.

La comida argentina que más extrañás… milanesas, asado y alfajores.

Un lugar de vacaciones… Tailandia.

¿Qué elemento viaja con vos siempre? Mi cámara de fotos.

¿Y qué te olvidás? El cargador del celular…

Cuando tenés tiempo lo dedicás a… ir al cine o ver en casa una buena película.

¿Qué pedís que te lleven los que van a visitarte? Dulce de leche y alfajores.

Un sueño cumplido… vivir 2 años en NYC.

Y uno por cumplir… ¡recorrer el mundo y cada uno de sus rincones, creo que es la mejor inversión!



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